La decisión de comprar una casa

La decisión de comprar una casa

La decisión de comprar un hogar ha sido siempre una de las decisiones más importantes de nuestra vida, porque vamos a estar muchos años pagándola. Y cada vez somos mucho cautelosos a la hora de elegir una vivienda. Ya no nos vale cualquiera.

El consumidor siempre reflexiona mucho antes de lanzarse a adquirir un inmueble, pero en los últimos años el tiempo de decisión de los compradores hasta decidirse por una casa u otra ha aumentado considerablemente. El proceso es más lento ahora que en los años del boom inmobiliario.

El comprador cuenta con más oportunidades y no tiene tanta prisa. Si antes se tardaba una semana en elegir una casa, ahora hay gente que está meses reflexionando hasta que se decide y visita muchas viviendas antes de seleccionar una”.

En gran medida, la restricción en la concesión del crédito está haciendo que el proceso de decisión de compra de una casa sea mucho más lento. Los bancos exigen más requisitos y las idas y venidas a la sucursal se pueden alargar durante semanas. “Ahora un cliente lo primero que hace es averiguar si le van a financiar la vivienda. Hace cinco años adelantabas una señal y no te preocupaba tanto el tema de la hipoteca, porque era fácil que te la concedieran.

El proceso se alarga todavía más si ya somos propietarios de un piso y queremos mudarnos a uno mejor porque no es tan fácil venderlo: la oferta es enorme y la demanda tiene mucho más donde elegir. “Los consumidores que ya tienen un piso se pueden decidir por alguna promoción, pero después tienen que vender su casa, así que este tipo de clientes todavía tiene más plazo de venta y más plazo de compra. Quien tiene dinero y la vivienda vendida es el que se decide más rápido”, dice el experto.

Obviamente, el periodo de reflexión también cambia si lo que se busca es un apartamento en la costa o una casa en el campo como segunda residencia. En este caso, la urgencia es menor y los compradores demoran la compra hasta que encuentran un inmueble a su gusto. “En segunda residencia la gente aún tiene menos prisa. Ahora le gente compra lo que necesita, lo que es urgente. Además, como el comprador tampoco tiene clara una zona concreta en la que adquirir esa segunda casa, mira mucho más”.

Productos de ocasión en cabeza

Sin embargo, en los últimos tiempos, el sector inmobiliario está asistiendo a un fenómeno que está impulsando a los consumidores a comprar de una manera casi compulsiva: los productos de ocasión. “Los bancos, sobre todo, están sacando a la venta productos concretos y se están vendiendo muy deprisa, porque los consumidores saben que son productos muy rebajados y la decisión es muy rápida”.


Lo mejor, no tener prisa

A la hora de comprar una vivienda no hay que tener prisa. “Nosotros siempre recomendamos ir lentos a la hora de comprar. Si estamos interesados en un piso de segunda mano, siempre existe el riesgo de que otro se lo quede, pero teniendo en cuenta cuál es la situación del mercado inmobiliario, lanzarnos a comprar rápido es pagar demasiado“, asegura. Los precios de la vivienda todavía son muy altos y lo mejor es esperar. “Si estamos buscando una vivienda para usarla como primera o segunda vivienda, hay que buscar bien, regatear, esperar, porque no es un buen momento para comprar vivienda, por mucho que algunos políticos intenten convencernos de que sí lo es”.

Cuando deseamos comprar un inmueble de obra nueva, porque siempre cabe la posibilidad de que el promotor termine bajando el precio. “En una promoción de viviendas nuevas nunca recomendamos ser los primeros en comprar, porque así fomentamos que se mantengan o se suban los precios”. Sin embargo, cuando nos decantamos por una vivienda de segunda mano, es perfectamente legítimo regatear el precio. “En los pisos de segunda mano nosotros recomendamos regatear. Lo ideal es esperar, volver a visitarlo más tarde para plantear al dueño si está dispuesto a bajar el precio”.

Muchas veces las inmobiliarias lanzan promociones en las que aseguran que el precio está rebajado en un 10% – 15%, pero hay inmuebles, sobre todo en vivienda usada, que en diez años multiplicaron su valor por cinco. “Si has aumentado el precio de algo en un 400 o un 500% y ahora de repente lo bajas un 20% no tiene nada que ver con un precio medianamente razonable. Se trata de porcentajes que, aunque en un principio nos pueden parecer espectaculares, no son cantidades significativas”.

Los británicos, los más rápidos

En España nos hemos vuelto más reflexivos, sin embargo, comprar una casa en el Reino Unido se ha convertido en una hazaña sólo para los más valientes. Según un estudio de ING Direct, los británicos sólo tardan 21 minutos de media en decidirse por una casa u otra. Según la encuesta, la demanda de vivienda en el país anglosajón hace meses que está por encima de la oferta y mucha gente tiene miedo a perder la casa que quiere, de ahí que la decisión se tome casi de manera inmediata.

Lógicamente, la rapidez de los británicos sorprende dentro de nuestras fronteras. “Yo dudo de que en 20 minutos se pueda tomar la decisión de comprar una vivienda. En España, hace cinco años, se compraba mucho más rápido que en el Reino Unido pero aún así se tardaba uno o dos días, como mucho una semana”, asegura Solozábal.

Desde Facua no rechazan tomar una decisión de compra rápida, pero siempre que estemos bien informados para ello es fundamental conocer el precio de la zona y del sector para saber si el precio de esa vivienda es desproporcionadamente bajo en comparación con el resto.

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